1.
En las antípodas de los que siempre implican causalidad están los que nunca. En Tlön ni siquiera aceptan que haya correlación no subjetiva. pic.twitter.com/UHo8kyhVLd
— el Zambullista (@Zambullista) 20 de septiembre de 2016
—Si querés, humo, incendio y cigarro correlacionan; si no querés, no.
— el Zambullista (@Zambullista) 21 de septiembre de 2016
—Libre soy…🎵
—No dejes que la realidad te estropee 1 buena asociación.
—Eso es fácil; basta con animarse a mentir. Más difícil es no dejar que te imponga una asociación.
— el Zambullista (@Zambullista) 25 de septiembre de 2016
—¿Ejemplo?
—El cigarro causó el incendio.
2.
Tlön (con sus sustantivos boreales y sus filosofías) y Babel (con sus libros) son utopías de la asociación libre –de rasgos, ideas y letras. pic.twitter.com/i9ToSUFFnK
— el Zambullista (@Zambullista) 21 de septiembre de 2016
Libre respecto de los rigores a los que deben someterse las asociaciones cuando versionan lo real, lo cierto y el sentido, respectivamente.
— el Zambullista (@Zambullista) 21 de septiembre de 2016
Sin el yugo de los 3 tiranos, combinamos letras en libros, rasgos en (nombres de) objetos e ideas en filosofías tan libremente como el azar.
— el Zambullista (@Zambullista) 21 de septiembre de 2016
La equiparación de la combinatoria babélica con el azar es explícita: hubo sectarios que «se ocultaban» con «un cubilete prohibido» y «remedaban el divino desorden».
— el Zambullista (@Zambullista) May 6, 2021
El azar actúa igual que «una divinidad que delira». pic.twitter.com/qr1AjdNuEb
Zellini glosa a Schopenhauer: "ese estado de libertad coincidiría extrañamente con una total contingencia". Da igual quién haga las uniones.
— el Zambullista (@Zambullista) 21 de septiembre de 2016
Mientras no vengan hechas por lo real, lo cierto o el sentido, da igual que las haga un sujeto liberado de esas sujeciones o un azar ya 🙈🙉🙊.
— el Zambullista (@Zambullista) 21 de septiembre de 2016
Lo que tengo de libre lo tengo de inmotivado. Carezco de razón suficiente para hacer una cosa en vez de otra. Es la impreferencia del azar.
— el Zambullista (@Zambullista) 27 de septiembre de 2016
Los resultados de un libre albedrío absoluto e indiferente se parecen a los de un mecanismo ciego de combinaciones libres de compromiso.
— el Zambullista (@Zambullista) 23 de septiembre de 2016
A saber: una combinación de letras, libre de tener sentido; otra de rasgos, libre de ser realista; y otra de ideas, libre de ser verdadera.
— el Zambullista (@Zambullista) 23 de septiembre de 2016
2.1
Resultado distópico: la pérdida de todo mérito, la indiferencia de cualquier elección. "La certidumbre de que todo está escrito nos anula".
— el Zambullista (@Zambullista) 4 de octubre de 2016
En Borges, las diferencias se borran bajo los efectos (o desde la perspectiva) de una infinitud. Lo crucial acá se hace insignificante allá.
— el Zambullista (@Zambullista) 23 de octubre de 2016
Perspectiva explícita en el final de "Historia del guerrero y la cautiva": "El anverso y el reverso de esta moneda son, para Dios, iguales".
— el Zambullista (@Zambullista) 23 de octubre de 2016
"…no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; (…) sois uno en Cristo" (Gálatas 3:28). Es más fácil borrar una diferencia que aceptarla.
— el Zambullista (@Zambullista) 7 de noviembre de 2016
—Muerto el perro se acabó la rabia: muerta la diferencia, el conflicto.
— el Zambullista (@Zambullista) 7 de noviembre de 2016
—Pero conflicto hay si moralizás la diferencia: esto bien, eso mal…
—Sin diferencia no hay conflicto.
— el Zambullista (@Zambullista) 7 de noviembre de 2016
—Tampoco con, y el costo es menor: no borrás.
—Genera suprematismos.
—No si no se los atribuiste antes.
2.2
Los opuestos se igualan en el infinito, como se juntan las paralelas. O los iguala el hecho de que se den ambos, si todo lo posible es real.
— el Zambullista (@Zambullista) 4 de octubre de 2016
"Basta que un libro sea posible para que exista". No le es posible ser también una escalera, pero ninguna contradicción le impide ser libro.
— el Zambullista (@Zambullista) 4 de octubre de 2016
Un libro puede contradecir a otro por lo que dice, no por lo que es: ambos son una combinación única de signos y en Babel se admiten todas.
— el Zambullista (@Zambullista) 4 de octubre de 2016
Aun suponiendo que todas digan algo, lo que dicen esas combinaciones únicas de signos que son los libros no compromete su mera existencia.
— el Zambullista (@Zambullista) 4 de octubre de 2016
2.3
—Que humo y fuego estén ligados sin que yo los ligue limita mi libertad de hacer asociaciones y su número.
— el Zambullista (@Zambullista) 21 de septiembre de 2016
—Tu monismo invalida la ciencia.
—Busco el asombro, no la verdad o la verosimilitud.
— el Zambullista (@Zambullista) 21 de septiembre de 2016
—Las busques o no, las necesitás para entender cuándo no se cumplen y asombrarte.
—¡😮!
Toma 2.
— el Zambullista (@Zambullista) 21 de septiembre de 2016
Los metafísicos de Tlön mal pueden buscar el asombro si no es en los desvíos y contrastes de lo (que creen) verdadero o verosímil.
2.4
Nuestros sustantivos comunes nombran conjuntos estables y durables de cosas. Los tlönenses boreales, eso y lo otro: la "agregación" efímera. pic.twitter.com/0cJIavWWGX
— el Zambullista (@Zambullista) 27 de septiembre de 2016
Efímera por ocasional, ocasional por libre, incluso antojadiza. En vez de una categoría reusable, los "objetos ideales" son descartables.
— el Zambullista (@Zambullista) 27 de septiembre de 2016
"Convocados y disueltos en un momento, según las necesidades poéticas", además de efímeros los objetos ideales pueden ser masivos, cuasi ∞.
— el Zambullista (@Zambullista) 27 de septiembre de 2016
Engordando poemas "de una sola enorme palabra" (un "objeto poético") se llega, en el límite, a la palabra omniespecífica: todo y ahora, acá.
— el Zambullista (@Zambullista) 27 de septiembre de 2016
3.
Una "masa de adjetivos" da un objeto, real o ideal; toda filosofía es "un juego dialéctico". Babel hizo "todas las posibles combinaciones".
— el Zambullista (@Zambullista) 23 de septiembre de 2016
Son el ars combinatoria de un TODO VALE.
— el Zambullista (@Zambullista) 26 de septiembre de 2016
Sin los requisitos que les piden afuera, ahí sustativos, libros y filosofías proliferan a lo ganso.
Lo humano de alguien que obra o elige cede a lo maquinal de un "juego dialéctico" o de un "cubilete" que remeda el divino desorden en Babel.
— el Zambullista (@Zambullista) 23 de octubre de 2016
Lo que hay "en casi innumerable número" no son sustantivos, filosofías y libros, sino imitadores que no clasifican, filosofan ni significan.
— el Zambullista (@Zambullista) 25 de septiembre de 2016
Acciones (o funciones) de las que no pueden prescindir sustantivos, filosofías y libros, si no quieren dejar de ser como son o lo que son.
— el Zambullista (@Zambullista) 26 de septiembre de 2016
Se pierde en definición lo que se gana en cantidad: están todos pero ninguno es. La relajación de los filtros permite lo 1º y genera lo 2º.
— el Zambullista (@Zambullista) 25 de septiembre de 2016
Gracias a que están todos puede haber muchos parecidos o idénticos –como el Quijote babélico– fingiendo ser lo que no son. Test de Turing.
— el Zambullista (@Zambullista) 25 de septiembre de 2016
El Quijote que sí o sí hay en la Biblioteca de Babel y el de Menard pasarían el Test de Turing: nadie detectaría que no son el de Cervantes.
— el Zambullista (@Zambullista) 26 de septiembre de 2016
No son el mismo: son otros que el de Cervantes, aun siendo idénticos al de Cervantes. Son iguales, como el español y el reguidio (LS, T2E3).
— el Zambullista (@Zambullista) 29 de septiembre de 2016
“Especial de Noche de Brujas de Los Simpson”
(temporada 2, episodio 3; código: 7F04).
No hay comentarios
C o m e n t a r