1.
Nuestra muerte no es una cuestión; es sólo una verdad. Qué hacer ante esa verdad es una cuestión. Pero tenemos toda una vida para tratarla.
— el Zambullista (@zambullista) febrero 25, 2015
Nadie se imagina vivo de acá a 200 años ni muerto de acá a unos días (si está sano). Una cosa es no negar la muerte y otra creerla cercana.
— el Zambullista (@zambullista) febrero 25, 2015
La obsesión por el final malogra el medio juego. Ni negación ciega ni afirmación alucinada. Mi muerte es posible; mientras, mi vida es real.
— el Zambullista (@zambullista) febrero 25, 2015
Nadie se queda en el hotel en lugar de ir a conocer el glaciar con el argumento de que el viaje terminará alguna vez. Con la vida es igual.
— el Zambullista (@zambullista) febrero 25, 2015
Que la vida sea una oportunidad fugaz en vez de una disponibilidad eterna debería ser motivo para aprovecharla, y no razón para invalidarla.
— el Zambullista (@zambullista) febrero 25, 2015
Un sentido de la vida no es el de una disponibilidad eterna; es el de una oportunidad: dicta cómo se la aprovecha y cómo se la desperdicia.
— el Zambullista (@zambullista) febrero 25, 2015
2.
Si, en tanto oportunidad, la vida vale por lo que se la aprovecha, si además de final tiene declive, hay tramos más aprovechables que otros.
— el Zambullista (@zambullista) febrero 25, 2015
El declive estará hecho de pérdidas que experimentaremos; el final, de una sola y última pérdida: la de la capacidad de experimentar.
— el Zambullista (@zambullista) febrero 25, 2015
La flor no estará ahí para lamentar haber muerto; sí, para lamentar estar marchitándose. El final sólo se teme; el declive además se sufre.
— el Zambullista (@zambullista) febrero 25, 2015
Lo mejor que puede pasarle a la flor es seguir siendo sin porqué y lo mejor que puede hacer es aprovecharlo. Lo efímero no baja lo intenso.
— el Zambullista (@zambullista) febrero 25, 2015
2.1
—Hola. Venimos del futuro. Tres años después hay 280 espacios y estás escribiendo mucho con diálogos.
— el Zambullista (@Zambullista) 27 de mayo de 2018
~Por eso venimos l@s dos.
---…
—Ok, estás en el pasado; no esperamos que contestes.
~Venimos a decirte que lo último se disfrazó de dato y es apuesta.
—Un encare de la cuestión.---¿…?
— el Zambullista (@Zambullista) 27 de mayo de 2018
—O sea, sin el disfraz sonaría a un deseo, suelto o en la base de una propuesta: "Ojalá que lo efímero no baje lo intenso".
~Que lo baje o no depende de cómo trates la cuestión de qué hacer ante la verdad de que alguna vez vas a morir.
—O sea, de qué intensidad hablemos.~¿…?
— el Zambullista (@Zambullista) 27 de mayo de 2018
—Si lo intenso depende de una creencia o fe ciega que incluya negar lo efímero, si la negación cae arrastra la intensidad que sostiene.
~Pero otro gallo intenso cantaría si lo efímero del viaje te avivase el deseo de visitar de nuevo el glaciar.
—¡Feliz turismo existencial!
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