1.
El arte se bate entre un "Mirame" y un "Nunca me vas a terminar de conocer". Para llegar a ser se ofrece y para seguir siendo se retacea.
— el Zambullista (@zambullista) enero 3, 2015
2.
Narcisista no es el que se mira, sino el que se enamora al hacerlo. Extremos: hay quien no puede verse y hay quien no puede dejar de verse.
— el Zambullista (@zambullista) junio 28, 2015
@zambullista Narciso, en cuanto abandona un extremo y llega a verse, queda atrapado en el otro y muere (como había profetizado Tiresias).
— el Zambullista (@zambullista) junio 28, 2015
Narciso se enamora de su reflejo, que tarda en reconocer. Pigmalión, de su obra. Es un grado menos de narcisismo. Lo diferente sigue lejos.
— el Zambullista (@zambullista) junio 28, 2015
Pigmalión hizo a Galatea a su gusto. Yahvé, que hizo a Adán a su imagen y semejanza, ¿lo hizo también a su gusto? ¿Eso lo haría narcisista?
— el Zambullista (@zambullista) julio 6, 2015
3.
Si el reflejo de Narciso hubiera cobrado vida, como la escultural Galatea, habríamos tenido otro amor correspondido, no otra muerte trágica.
— el Zambullista (@zambullista) junio 28, 2015
@zambullista ...suponiendo que el reflejo animado de Narciso tenga su mismo gusto y deseo, como Galatea con Pigmalión (la suerte deseada).
— el Zambullista (@zambullista) junio 28, 2015
Narciso muere en estado de amor no correspondido. Su cuerpo muere consumido; su persona, enamorada de un imposible (ahí la muerte trágica).
— el Zambullista (@zambullista) junio 28, 2015
@zambullista Por su persona languideció su cuerpo. No supo aceptar no poder amarse como sólo se puede a otro y se dejó morir. Premio Darwin.
— el Zambullista (@zambullista) junio 28, 2015
En castigo por no corresponder a nadie, a Narciso le impusieron el imposible de ser correspondido por él. Probó consigo su propia medicina.
— el Zambullista (@zambullista) junio 28, 2015
Narciso se enamora por ser él. Y por ser él no puede unirse a él, rol reservado a los otros, a quienes el autoamor les pone alta la vara.
— el Zambullista (@zambullista) junio 28, 2015
@zambullista La altura de la vara es la del muro que lo aísla. "Pobre a mí mi provisión me hace", escribe Ovidio (https://t.co/1lWbfsp90p).
— el Zambullista (@zambullista) junio 28, 2015
4.
El amor de Narciso por sí mismo no era posible; el de Eco por Narciso, sí: cumplía con el requisito mínimo de ser por otro, no por ella.
— el Zambullista (@zambullista) julio 1, 2015
Eco se convirtió en reflejo sonoro porque no la correspondió el que luego se convirtió en flor porque no lo correspondió su reflejo visual.
— el Zambullista (@zambullista) junio 29, 2015
@zambullista El triángulo amoroso se mordía la cola si del eco invisible se enamoraba el reflejo mudo de Narciso. (Otro riesgo de animarlo.)
— el Zambullista (@zambullista) junio 29, 2015
@zambullista El reflejo de Narciso gesticula pero no suena. Si la amara, no podría decírselo a Eco. Y la ex ninfa no habla si no le hablan.
— el Zambullista (@zambullista) junio 29, 2015
5.
No es amor, pero Ulises sufre por no poder corresponder a las sirenas –eso lo salva– y ellas sufren por no ser correspondidas –eso las mata.
— el Zambullista (@zambullista) junio 29, 2015
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