Y al revés: si X no es reproducible, no es producible (diría Derrida). Un absoluto de lo irrepetible es impensable. pic.twitter.com/QU1a6ic72G
— el Zambullista (@zambullista) agosto 2, 2015
Dijo Perogrullo:
—Sin original intacto no hay copia perfecta: alterarlo es impedirla.
El original pasó de referencia a requisito del copiar.
— el Zambullista (@zambullista) agosto 4, 2015
Para Platón, esta silla es una copia imperfecta del original que está en el mundo de las ideas. ¿Y si el original es fantasmal: un absurdo?
— el Zambullista (@zambullista) agosto 4, 2015
Los fantasmas no tienen reflejos ni sombras que los imiten; los absurdos no tienen avatares que los realicen, como esa silla a su arquetipo.
— el Zambullista (@zambullista) agosto 4, 2015
Si no hay triángulos con lados de 5, 3 y 2 cm es porque la idea es irrealizable: incopiable en un coso del que decir qué tan buena copia es.
— el Zambullista (@zambullista) agosto 2, 2015
@zambullista O sea, irreproducible. Lo que tiene de único lo tiene de inconsistente: más que una idea, un sabotaje al armado de la de un ∆.
— el Zambullista (@zambullista) agosto 2, 2015
La inestabilidad rígida de un absurdo: no deja de ser lo que debe y no puede ser. Triunfo o derrota son los quiebres que lo estabilizarían.
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