1.
Una sensación de irrealidad no es el registro de una irrealidad. Es obra de una expectativa demasiado y recién contrariada por una realidad.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 26, 2015
—No lo puedo creer. —Nada te lo impide. Tu única dificultad es que no lo querés creer. —Me resisto, me niego a creerlo. —Creer o reventar.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 26, 2015
No es un callejón sin salida. Pero angustia a X casi como si lo fuera. Lo que siente es el súbito aumento de las chances de entrar en uno.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 26, 2015
2.
Es poco tiempo para hacer tanto y mucho para esperar. Deseamos ver ya el resultado de esfuerzos para los que desearíamos tener más tiempo.
— el Zambullista (@zambullista) noviembre 2, 2015
@zambullista Hay temor y esperanza en dosis iguales y urgencias opuestas: él ansía un plazo mayor, ella uno menor. Ansío el alivio de zafar.
— el Zambullista (@zambullista) noviembre 2, 2015
De tan parejos, temor (al resultado indeseado) y esperanza (del deseado) no terminan su pulseada. Otras tensiones se ven reflejadas en esa.
— el Zambullista (@zambullista) noviembre 7, 2015
Pulseada entre la esperanza del resultado deseado y el temor al indeseado. Dime qué sientes más y te diré qué estás creyendo más probable.
— el Zambullista (@zambullista) noviembre 3, 2015
3.
Si es el miedo a un peligro que aún se cree evitable, moviliza. Si ya no se lo cree evitable, el miedo paraliza como atrae el dulce abismo.
— el Zambullista (@zambullista) noviembre 4, 2015
@zambullista Parálisis miedosa y entrega abismal son 2 quiebres de la voluntad. Lo que el otro miedo moviliza es una voluntad resistente.
— el Zambullista (@zambullista) noviembre 5, 2015
@zambullista Lo que se quiebra con la voluntad es la creencia de que aún podemos evitar lo que tememos. Pasamos de resistir a preadaptarnos.
— el Zambullista (@zambullista) noviembre 29, 2015
Un "Deseo que NO pase X" (v.g., la esperanza de no perder algo) y un "NO deseo que pase X" (el miedo a perder ese algo) matizan un rechazo.
— el Zambullista (@zambullista) noviembre 7, 2015
La esperanza de no perder algo le dice al miedo a perder ese algo:
—Vos empujá que yo arranco.
Entre empuje y arranque hay una zona común.
— el Zambullista (@zambullista) noviembre 16, 2015
@zambullista El final del empuje y el inicio del arranque se confunden. La mayor diferencia va del inicio del empuje al final del arranque.
— el Zambullista (@zambullista) noviembre 16, 2015
La esperanza de no perder algo es lo penúltimo que se pierde.
— el Zambullista (@zambullista) noviembre 6, 2015
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