1.
—¿Qué está pasando?
—TODO, me dijo un anillo.
—Pero ahí PASA significa CADUCA. No hay carga dramática eterna.
—Lo único deseable de perder.
— el Zambullista (@zambullista) noviembre 11, 2015
Si hay acostumbramiento, una eternidad infernal es tolerable. Como una celestial, si no hay hartazgo. Aun la inmortalidad es mejor optativa.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 31, 2015
@zambullista Cada inmortalidad obligatoria debe cumplir un requisito para ser tolerable. Una optativa haría obsoletas esas condiciones.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 31, 2015
@zambullista Con opción a truncar su inmortalidad, X sería invulnerable a todo excepto su voluntad. Sin, sería perpetuamente torturable.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 31, 2015
@zambullista O agasajable. ¿Sufrir sin poder habituarnos nos disuadiría de ser eternos más de lo que nos atraería gozar sin poder hartarnos?
— el Zambullista (@zambullista) noviembre 1, 2015
2.
Si el infierno asusta más de lo que el paraíso atrae, si nos dieran a elegir ir a 1 de los 2 sin saber cuál o rechazar ambos, rechazaríamos.
— el Zambullista (@zambullista) noviembre 10, 2015
Si el infierno asusta más de lo que el paraíso atrae, preferimos correr el riesgo de perder LA felicidad al de perdernos en LA infelicidad.
— el Zambullista (@zambullista) noviembre 10, 2015
@zambullista Con un balance inverso de susto y atracción, hay audacia y apuesta inversas: por esa felicidad me arriesgo a esa infelicidad.
— el Zambullista (@zambullista) noviembre 10, 2015
X se arriesga al infierno para mantener la esperanza del paraíso. Z paga con la esperanza del paraíso la eximición del infierno tan temido.
— el Zambullista (@zambullista) noviembre 19, 2015
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