1. Humor
—Un suicida inverosímil dejó una nota que decía:
— el Zambullista (@Zambullista) 8 de enero de 2018
«La muerte te está escribiendo un poema de amor; ni bien lo termine irá a leértelo. Mandale saludos.»
—¿Por qué “inverosímil”?
— el Zambullista (@Zambullista) 8 de enero de 2018
—Los suicidios que conozco (rituales, angustiosos, de protesta, etc.) son solemnes, o por lo menos serios. Lo mismo las notas de despedida que dejan.
—¿Y por qué?
—Reír es tomar distancia, de lo que sea que te rías, incluyéndote; y suicidarte es acortar la distancia a la presa que sos, hasta alcanzarte. Por eso un chiste puede arruinar la cacería.
— el Zambullista (@Zambullista) 8 de enero de 2018
—Ajá. ¿Y siempre el humor y el suicidio tiran para lados opuestos?
—No sé si siempre. Pero en general, reíte (distanciate) de la víctima y te acercás al victimario; y viceversa. Y si sos las dos cosas a la vez y en el mismo sentido, estás en problemas para reír.
— el Zambullista (@Zambullista) 8 de enero de 2018
—Y para sobrevivir, ni te cuento.
—Imagino.
—¿El suicida es la única víctima de la que no puede reírse su victimario? No me lo contestes ahora. Vamos a una pausa y a la vue…
— el Zambullista (@Zambullista) 8 de enero de 2018
—Sí, es la única protegida contra la perversidad o el sadismo de una risa victimaria. Para mí, eh.
—¿Y también es la única que no puede reírse de sí?
—También. Al humor lo obtura el matarse, no el morir.
— el Zambullista (@Zambullista) 8 de enero de 2018
—Me gustaría irme con humor; ojalá logre que mis últimas palabras sean "La salud va y viene".
—¡Suerte! El requisito es que te sea ajena la autoría de tu muerte. Sobre esa distancia podés montar la del auto-humor tanático.
—Decímelo otra vez.
— el Zambullista (@Zambullista) 8 de enero de 2018
—Tomás distancia (te reís) de vos como víctima sólo si no sos también el victimario. Y si tomás distancia de vos como victimario, no llegás a serlo; nadie que no se tome en serio el acto de matarse puede matarse. Nadie se hace la broma pesada de suicidarse.
“—¡Me tiro, me tiro!
— el Zambullista (@Zambullista) 1 de febrero de 2018
—¿Qué te tirás? ¿Un pedo?”
—Ahí es otro el que no te toma en serio, no vos. Tiene con qué: es adulto, vos tenés unos 8 años y la ventana a la que te subiste está muy cerca del piso.
—Sos la única persona que no ve el ridículo que hacés.
—Hasta que lo ves.—Te ves ridiculizad@ donde querías verte socorrid@ o llorad@ y te bajás o te bajan. No te toman en serio y te importa. También el humor ajeno puede alejar de vos al victimario que sos, aun si no te hace gracia o te enoja.
— el Zambullista (@Zambullista) 1 de febrero de 2018
—Lo logra quitándole seriedad a un acto que la necesita.—Cuando crezcas vas a reconocerte en uno que pretendió robar un banco con un arma absurda y un cuento peor. El juez ni lo consideró idóneo para el robo, como vos no lo eras para el suicidio desde esa alturita. No querías matarte; ni siquiera deseabas morir.
— el Zambullista (@Zambullista) 7 de febrero de 2018
—Fina la brecha, ¿no?
2. Suicidio
—Desear morir no es lo mismo que querer matarse.
— el Zambullista (@Zambullista) 1 de febrero de 2018
—¿Amplitud?
—En una punta, la Sra N se pregunta por su larga recta final: “¿Por qué los finales duran tanto? Deberían ser más rápidos”. En la otra, se delega a un bondi el matar.
—Que parezca un accidente.https://t.co/kGECRiWcYF
LT22 Radio La Colifata,
Microprogramas (CD, Septiembre 2001)
Pista 18: “Chocá, bondi” (Martín Herman)
—En ambas puntas hay una espera. El suicida que delega a un bondi el acto que lo define espera una muerte accidental, como un ludópata el batacazo en el sorteo.
— el Zambullista (@Zambullista) 1 de febrero de 2018
—La Sra N espera ─abstención mediante─ una muerte natural. Le gustaría que se abreviara su final, no abreviarlo ella.
—Un suicida no quiere esperar su muerte ─accidental o natural─, sino ir a su encuentro. Esas esperas son la distancia que tienen con una voluntad suicida el pasajero del bondi y la Sra N. No quieren matarse; sólo desean morir, él ya y ella pronto.
— el Zambullista (@Zambullista) 1 de febrero de 2018
—Desear no siempre es querer.
—Decíselo a Martillo, “el viejo carpintero” que “no era buen leñador”. Si hasta “le agradeció a Cara de Niño que le hubiera venido a buscar”.
— el Zambullista (@Zambullista) 2 de febrero de 2018
—Otro que “tenía ganas de morir”, pero no voluntad. Agradeció un deseo cumplido.
—En cambio, la Sra N todavía sufre y el bondi no chocó. pic.twitter.com/1a8EctndtG
—Sus deseos no son órdenes.
— el Zambullista (@Zambullista) 7 de febrero de 2018
—El deseo de fumar se cumple antes de morir ejecutad@ por un pelotón; el deseo de morir, durante y ejecutad@ ─ponele─ por una Natura que abrevia o un bondi que choca.
—El problema es que muy rara vez se cumple rápido. Te podés morir esperándolo. 🤡
2.1 Deseo y muerte
—Otra: ¿el deseo de morir implica el deseo de dejar de desear?
— el Zambullista (@Zambullista) 7 de febrero de 2018
—¿Preguntás si (💀🏃♂️)→(😐🏃♂️)?
—Sí.
—Puede que alguien suicida desee dejar de desear (si le va mal deseando). O no, pero que tampoco le importe. ¿Por qué podría importarle perder algo si decidió perder todo?
—Tambalea la decisión, si le importa.
— el Zambullista (@Zambullista) 7 de febrero de 2018
—Perogrullo diría que, deseado o no, el dejar de desear está incluido en el dejar de ser. Y que el deseo de morir es el último que podrá cumplirse.
—¿No dice cómo nace ese deseo?
—Dice que la atracción del dulce abismo es sentirlo liberador.
—Ahora en reversa. El deseo de morir no está implicado en el de dejar de desear, que en su versión budista busca el nirvana, no la muerte (la extinción del deseo, no la de la existencia lúcida).
— el Zambullista (@Zambullista) 7 de febrero de 2018
—Y que en su versión griega, la ataraxia, tampoco es suicida.
—Y que son liberadores.
—Pero…
— el Zambullista (@Zambullista) 7 de febrero de 2018
—Ignorá la paradoja de desear no desear.
—…una cosa es que el deseo de morir no esté necesariamente implicado en el de dejar de desear, y otra es que no pueda estarlo.
—¿En qué caso (😐🏃♂️)→(💀🏃♂️)?
—Puede darse en esa versión (o variación) que es la apatía.
—🤔El nirvana y la ataraxia son metas o ya logros; la apatía es una pérdida.
— el Zambullista (@Zambullista) 7 de febrero de 2018
—No hay deseo, acá porque lo perdiste y allá porque lo anulaste. El resultado es el mismo.
—No para vos: allá te liberaste, acá te hundís en una depresión.
—De la que podrías desear salir muriendo.
—🤔
2.2 Desear es poder, no puede fallar: Tusam y la distopía del talismán
—Del dicho al hecho hay un trecho que se divide en desear el hecho, quererlo y hacerlo (Schopenhauer). Desear morir no te hace suicida, pero puede llevarte a la pista; querer morir es la señal de largada y matarte es cruzar la línea de llegada.
— el Zambullista (@Zambullista) 11 de febrero de 2018
—O podés no llegar.
—Puede fallar.
—¿Cual acto fallido?
— el Zambullista (@Zambullista) 12 de febrero de 2018
—Pero en espejo: en vez de salir lo que no querés que salga, no sale lo que querés.
—¿Posta lo querés?
—Es la sospecha que suele envolver a un suicidio fallido.
—Si querer es poder, fallar es la prueba de no querer.
—O de que querer no es poder. Puede fallar.
—Entonces: entre quienes desean morir pero no quieren matarse, están quienes sólo lo desean; quienes lo desean y hacen un "intento" (como el inverosímil amague desde aquella alturita); y quienes sabotean a ciegas el intento que hacen.
— el Zambullista (@Zambullista) 12 de febrero de 2018
—Sí. Y entre quienes quieren, algun@s fallan.
—Si querer es poder y desear fuese querer, ¿desear sería poder? ¿Q=P, D=Q, D=P?
— el Zambullista (@Zambullista) 10 de febrero de 2018
—Ponele. Pero desear no es querer. Y menos cuando es poder.
—¿Ejemplo?
—Imaginá un talismán que, lo quieras o no, te cumple todo. Lo que le pedís y lo que no le pedís pero deseás. Ahí desear es poder.
—¿Contraindicaciones?
— el Zambullista (@Zambullista) 10 de febrero de 2018
—Cada deseo te lo cobra reduciéndose, como la piel de Zapa. Cuando se achica del todo, morís.
—"Carecer de una noluntad que mantenga deseos sin cumplir es perjudicial para la salud."
—Re. Ante el genio, lo más importante que hacés es no querer todos menos 3.
—¿Más que querer 3?
— el Zambullista (@Zambullista) 10 de febrero de 2018
—No podrías querer cumplir 3 deseos si no pudieras no querer cumplir el resto. Eso es elegir 3.
—Vuelvo al talismán. Ahí desear no es PODER, sino DEBER realizar lo deseado (que incluye poder realizarlo y excluye poder no realizarlo).
—Obligado no es cariño.
—A todes les dirás lo mismo.
— el Zambullista (@Zambullista) 10 de febrero de 2018
—El talismán de tu piel me ha dicho
que soy la reina de tus caprichos🎶
—Con ese talismán desear morir te costaría la vida; no habría noluntad que te salvara. Antes podías desearlo sin querer (o tener que) cumplirlo.
—Quemar etapas es perjudicial pa…
3. Sentido
—Ya que andás sentencioso: nadie a quien le atraiga su futuro se suicida.
— el Zambullista (@Zambullista) 8 de enero de 2018
—Y… no. Nadie que quiera seguir quiere no seguir; la lógica se lo impide. Si te atrae el futuro, el principio de no contradicción te protege del suicidio.
—¿No será mucho crédito para una mera coherencia?
—¿Vos a qué se lo atribuirías?
— el Zambullista (@Zambullista) 12 de enero de 2018
—A la mera atracción por algo futuro, que tiene intensidad y dirección (magnitud vectorial). A un sentido de vida, del alcance y la orientación que sea, pero siempre un responder por alguien o algo (V. Frankl, El hombre en busca de sentido, 59,12%).
—¿Qué dice ahí?
— el Zambullista (@Zambullista) 12 de enero de 2018
—Esto: «El hombre que se hace consciente de su responsabilidad ante el ser humano que lo espera con todo su afecto o ante una obra inconclusa no podrá nunca tirar su vida por la borda. Conoce el "porqué" de su existencia y podrá soportar casi cualquier "cómo".»
—¿Por la borda de ese barco que partió de mí llevándome?
— el Zambullista (@Zambullista) 12 de enero de 2018
—Ya ves para qué.
—Veo 1 entrega y 3 finalidades eslabonadas: ser para alguien o algo, para ser útil, para creerme necesari@, para no tirar mi vida por la borda. Si yo tengo un sentido, mi suicidio no.
—Y viceversa.
—🎈🔫
—Frankl vuelve al tema en el 74,94% del libro: «los más aptos para la supervivencia eran aquellos que sabían que les esperaba una tarea por realizar».
— el Zambullista (@Zambullista) 12 de enero de 2018
—La supervivencia del más motivado.
—Sí, si además tuvo la suerte de que ningún camello ciego lo embistió lo suficiente.
J. L. Borges, “La busca de Averroes”
→ “De perros que cantan, muertos que charlan y camellos ciegos”, III, 3.
—De una cita a otra, el sentido/tarea pasó de contrarrestar el impulso suicida de tirar todo por la borda, a contrarrestar peligros externos (de azar ─un accidente─ o de competencia darwiniana ─una derrota─).
— el Zambullista (@Zambullista) 12 de enero de 2018
—Pero estos peligros pueden llevarte al otro.
—O no.
—O no.
— el Zambullista (@Zambullista) 12 de enero de 2018
—Frankl es optimista, con y sin «casi»: quien «conoce el "porqué" (…) podrá soportar casi cualquier "cómo"» (cita de Nietzsche) y «no podrá nunca tirar su vida por la borda».
—¿"Conoce"?
—Sí, para Frankl (y tantos) el sentido se descubre; no se inventa, no se crea: está.
—O sea que para él la vida sería una búsqueda del tesoro, su hallazgo y su uso. E igual de independiente sería eso de lo que dependemos vestido de llamado ─como el de una vocación.
— el Zambullista (@Zambullista) 12 de enero de 2018
—Made in Tierra o no, un "porqué" vas a necesitar para disfrutar algunos "cómo" y soportar otros.
—Un "cómo" cómodo facilita un "porqué" entusiasta.
— el Zambullista (@Zambullista) 12 de enero de 2018
—Un "cómo" sólo incómodo, lejos de lo insoportable, en Auschwitz sería un lujo; uno cómodo, un superlujo. Para resistir a los más comunes, todos degradantes, necesitás un "porqué" fuerte (y menos frágil que uno hedonista).—¿Por qué un "porqué" hedonista es frágil?
— el Zambullista (@Zambullista) 18 de mayo de 2018
—Supongo que nadie se motivó en Auschwitz pensando en las orgías de sexo y/o de manjares que lo esperaban afuera. Y si hubo algunos así, habrán sido de los segundos en quebrarse, después de quienes no lograron motivarse con nada.