Centauro

—Si lo animal no es racional y lo humano sí, "animal racional" equivale a "animal humano" e "irracional racional".
~Suenan contradictorios.
—Pero no son la convivencia de términos mutuamente excluyentes, sino la pervivencia del 1º dentro del 2º, con un cuerpo 100% humano. #LTA

— el Zambullista (@Zambullista) 30 de marzo de 2018

~¿Podría ser menos?
—Sí, mirá el centauro: del torso para arriba es hombre; para abajo y para atrás, caballo. Fuerza animal, comando humano.
~Otra vez esa unidad.
—Y de ese modo. Porque no es pacífica ni fija. Cambia con cada nuevo resultado de la puja entre lo racional y lo no.

— el Zambullista (@Zambullista) 30 de marzo de 2018

→ “Racional, razonante, razonable”, Toma 5

~Es como si el centauro fuera cambiando sus proporciones de humano y equino, según qué parte se imponga cada vez.
—Exacto. Luchan por prevalecer en la toma de decisiones o en el modo de reacción. Y no sólo el híbrido representa lo humano como una puja entre lo racional y lo no.

— el Zambullista (@Zambullista) 30 de marzo de 2018

~¿Sino también…?
—Lo que coprotagoniza. Googlealo.
~No, dale.
—Wikipedia, “Pirítoo”: «El célebre combate entre centauros y lápitas terminó con la victoria de estos últimos. Esta leyenda simboliza el triunfo de la civilización sobre la barbarie». La centauromaquia es sarmientina.

— el Zambullista (@Zambullista) 30 de marzo de 2018

~¿Lo qué?
—Wikipedia, “Centauro”: «las contiendas con los centauros representan la lucha entre la civilización y el barbarismo y es conocida como centauromaquia». Y también: «es una metáfora del conflicto entre los bajos instintos y el comportamiento civilizado en la humanidad».

— el Zambullista (@Zambullista) 30 de marzo de 2018

→ “La centauromaquia”, del blog Héroes griegos

~Representando son más puros que siendo.
—Toma 2.
~Entre lo que son y lo que representan, se forma una pureza hecha de mezclas.
—Toma 3.
~Son híbridos racionales/irracionales, pero en el combate representan sólo lo irracional (la barbarie y los bajos instintos).
—¡Corten! Queda.

— el Zambullista (@Zambullista) 30 de marzo de 2018

~Queda pendiente algo sobre lo que son.
—Dale.
~Lo racional y lo irracional no son vecinos: no componen lo humano con límites tan claros como los del medio hombre y el medio caballo, sino mezclados.
—Ninguna interacción con tu afuera es 100% racional o irracional.
~Eso.
—¿Vuelvo?

— el Zambullista (@Zambullista) 1 de abril de 2018

~Enseguida. Antes, completo: lo racional y lo irracional componen lo humano como el nitrógeno y el oxígeno, entre otros, componen el aire.
—Para que un centauro fuese así, debería tener, por ej, ojos, boca, orejas y patas de caballo y pelo, frente, cejas, nariz y torso de hombre.

— el Zambullista (@Zambullista) 2 de abril de 2018

~Y ni así, si somos estrictos. Los gases del compuesto aire son mucho más libres para mezclarse que esas piezas de identikit.
—Sí, pero lo compensa el salto del número de fronteras hombre/caballo: de una a (máximo) tantas como partes tenga el centauro Frankenstein.
~Sí.
—¿Vuelvo?

— el Zambullista (@Zambullista) 2 de abril de 2018

~Casi. La analogía con el aire sirve para decir que lo racional y lo irracional andan más entreverados que ensamblados. Pero deja de servir cuando vemos que de una interacción a otra sus porcentajes varían mucho más que los del nitrógeno (78,09%) y el oxígeno (20,95%).
—¿Vuelvo?

— el Zambullista (@Zambullista) 2 de abril de 2018

~Lo último. Así como un centauro no puede ser 100% hombre ni 100% caballo (porque sería un hombre o un caballo), una persona interactuando no puede ser 100% racional (sería un robot) ni 100% irracional (sería un animal). Debe ser algún Frankenstein entre las 2 purezas.
—¿Vuelvo?

— el Zambullista (@Zambullista) 2 de abril de 2018

~Volvé. Decías que lo humano es un campo de «conflicto» y «lucha» entre lo racional y lo irracional.
—Al humano le gusta cuando en la puja vence lo racional; lo disfruta como un festival de doma. Pasa en este mito y en muchas historias (orales, escritas, dibujadas, actuadas…).

— el Zambullista (@Zambullista) 30 de marzo de 2018

~¿Y por qué?
—Así te adiestran para hacerte más racional que animal, en la línea de "Más vale maña que fuerza" (y más si hay desventaja: “Si no puedes vestir la piel de león, viste la de zorro”).
~Como sea, decís que esos desenlaces son más edificantes que realistas.
—Ponele.

— el Zambullista (@Zambullista) 30 de marzo de 2018

~Por algo te incitan a pujar para lograr ese plus o ese dominio.
—Ponele.
~¿La cola al chancho? ¿Hay premio?
—Sí, la humanidad. Ese cuánto o ese cómo te hacen humano como Zeus manda.
~¡La puja que me parió! ¿Qué manda?
—Desanimalizate, bestia.
~Amén.
—🎶Rezo, rezo por vos🎵

— el Zambullista (@Zambullista) 30 de marzo de 2018

~🎶Todo rezo es político-o-o🎵
—Te sobredesanimalizás si renegás de tu pertenencia animal y te la das de hijo del dios al que le rezás que te asista en tus luchas como Jehová a David contra Goliat.
~Es que tengo lo que ningún animal tiene. Llamalo alma, espíritu, cuerpo astral…

— el Zambullista (@Zambullista) 30 de marzo de 2018

→ “La moral, el alma, el cielo y el sentido”

—Bajaste del árbol, homínido. Bajate del poni.
~¡Qué soberbio! Creés que no hay nada ni nadie superior.
—¡Qué soberbio! Creés que hay algo o alguien inferior.
~Pero porque así lo quiso un ser superior o así es la naturaleza. Deus sive natura.
—Y justo vino a querer o a ser así.

— el Zambullista (@Zambullista) 30 de marzo de 2018

~¿Qué tiene de raro?
—¿Que tu orden natural reproduzca los roles jerárquicos de tus sociedades y bichos y plantas existan para tu usufructo? No, nada.
~Es un privilegio ínfimo al lado de la infinita insignificancia de no ser Dios.
—Linda justificación del privilegio, alma bella.

— el Zambullista (@Zambullista) 30 de marzo de 2018

~Sin bardear.
—Excuse me, você, s'il vous plaît. Nos humanizamos desanimalizándonos: sometiendo ─codificando y ritualizando─ lo más animal de la mezcla que somos: comer, evacuar, sexear. Si quitamos el cuerpo a esas necesidades porque somos espíritus, nos sobredesanimalizamos.

— el Zambullista (@Zambullista) 16 de abril de 2018

→ “Adán y Eva y la moral”

~Si desanimalizarse es humanizarse, sobredesanimalizarse es sobrehumanizarse.
—Que es deshumanizarse hacia arriba. Huís para adelante.
~¿Arriba o adelante? Decidite.
—Te alejás tanto de lo animal que te salís de lo humano.
~¿De la mezcla racional/irracional que te hace human@?

— el Zambullista (@Zambullista) 27 de abril de 2018

—De un rango de mezclas, y por ahora. No hay un hito fronterizo; hay una escala de grises. No hay una esencia humana cifrada en ese rango; sólo es el que hoy presenta lo humano.
~¿Antes presentó uno distinto?
—Sí, y lo hará de nuevo. Creer definitivo justo tu rango es creértela.

— el Zambullista (@Zambullista) 27 de abril de 2018

El animal racional como teniente (Valor y función del arte en la lucha)

«...con toda manifestación artística y en todo conocimiento de la ciencia lo mentado es el hombre entero y el todo de la humanidad...
No soy el que arbitrariamente introduzco por interpretación estos pensamientos en Valéry. “Lo que llamo 'arte grande' es, en una palabra, el arte que reclama despóticamente para sí todas las capacidades de un hombre, y cuyas obras son tales que todas las capacidades de otro hombre tienen que sentirse llamadas y tienen que ponerse a contribución para poder entenderlas...”»

Theodor Adorno, “El artista como lugarteniente” (1953), en Crítica cultural y sociedad, Colección "Grandes pensadores", Ed. Sarpe, Madrid, pp. 205-219 (trad. Manuel Sacristán).

PARTE I: Valor y función del arte

1. Valor

—¿Valor?
—Para Adorno vale más un arte que apela al «hombre entero y sin dividir», un arte «densamente organizado, articulado sin lagunas y sensualizado precisamente por su fuerza de conciencia», que uno que «busca casi exclusivamente la explotación de la faz sensible».
—¿Por?

— el Zambullista (@Zambullista) 17 de marzo de 2018

—Porque «ese arte encarna la resistencia contra la presión indecible que el mero ente ejerce sobre lo humano» al «negarse al opio en el que se ha convertido el gran arte de los sentidos», que «hace de las obras medios y de los consumidores víctimas del tratamiento psicotécnico».

— el Zambullista (@Zambullista) 17 de marzo de 2018

—¡Tomá mate! ¿Puedo un detalle?
—Adelante.
—El hecho de ser (o sea, de existir, de ser un ente) lo compartimos con animales (sensoriales), pero también con plantas («Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo…») y con rocas («…y más la piedra dura porque ésa ya no siente»).
—¿Y?

— el Zambullista (@Zambullista) 19 de marzo de 2018

→ “Piedras”

—Que no presiona un «mero ente», sino uno animal: sensorial (quizá emocional) e irracional. Dale opio a una piedra y no va a quedar ni más ni menos dura de lo que ya está.
—Cierto. La muy insensible es inmune al «tratamiento psicotécnico», que tan bien animaliza humanos.
—¿Para?

— el Zambullista (@Zambullista) 19 de marzo de 2018

2. Función

—Porque «prepara así la situación de ciego dominio y nueva barbarie» (habla en 1953) «bajo la cultura de masas de la era industrial tardía, dominada por regímenes totalitarios o trust gigantescos». Y todo gracias a dividir al hombre total restándole la razón.
—Divide y reinarás.

— el Zambullista (@Zambullista) 19 de marzo de 2018

—See. Es la contracara de que la unión hace la fuerza: la división la deshace. Sin fuerza que se te oponga bien, reinás. Cuanto menor o peor sea, más ciego y barbárico puede ser el dominio, porque hay más impunidad para hacerlo así.
—¿Pero cómo le resta la razón y lo debilita?

— el Zambullista (@Zambullista) 19 de marzo de 2018

—La «explotación de la faz sensible» es «a costa de nuestras fuerzas constructivas», cuya «retirada» es «una entrega a la receptividad sensible ─en una palabra y en verdad, la debilitación de las fuerzas humanas» (Valéry citado por Adorno).
—Ahí lo irracional es lo «sensible».

— el Zambullista (@Zambullista) 19 de marzo de 2018

—O lo arbitrario: hay «una aproximación sin vinculación», de la que resulta cierta «ligereza» facilista, que «es posible que acabe por llevar al escritor a renunciar a toda abstracción» y al lector a toda atención, «para hacerlo exclusivamente receptivo por efectos momentáneos».

— el Zambullista (@Zambullista) 19 de marzo de 2018

—Glosalo.
—Un elogio de la abstracción es un elogio de lo racional, que nunca actúa «sin vinculación»: las «fuerzas humanas» son «constructivas» gracias a «nuestra capacidad de sumar intervalos de tiempo para realizar transformaciones con la ayuda del espíritu».
—Cantalo.

— el Zambullista (@Zambullista) 21 de abril de 2018

—🎶Montaje, lo tuyo es puro montaje, estudiado simulacro🎵
—¿Y ese ayudante del montajista, el tal espíritu?
—Acá es sólo la razón, el raciocinio humano. En otros contextos es una entidad metafísica, en un trío con Padre e Hijo o en un dúo con tu cuerpo (donde la llamás "alma").

— el Zambullista (@Zambullista) 21 de abril de 2018

—¿Y este espíritu puede ser ayudado por aquel?
—No. Un espíritu no debería necesitar que la razón lo ayude a realizar transformaciones sumando intervalos de tiempo.
—¿Por?
—Porque debería percibirlos juntos. No iría atando cabos; vería la red entera. Vería el todo como un algo.

— el Zambullista (@Zambullista) 21 de abril de 2018

→ “Tiemyo”

3. Valor y función

—«Por la convincente violencia del shock». Terrible ese arte.
—Sí, «reduce a los hombres a meros aparatos de recepción, a puntos referenciales de conditioned reflexes».
—Babeo.
—La función del arte que vale es evitar o revertir la reificación o animalización del sujeto dividido.

— el Zambullista (@Zambullista) 19 de marzo de 2018

—Valor político: ese arte vale en una puja de poder.
—Y funciona de mano derecha en una patriada liberadora: «En tal lugartenencia del sujeto social total, … queda pensada una situación que extirpe el destino de ciega soledad individual», donde «se realice socialmente».
—¿Quién?

— el Zambullista (@Zambullista) 19 de marzo de 2018

—El sujeto total.
—¿Y el arte?
—Cumplida su función, «rebasaría el arte y se consumaría en la vida recta de los hombres».
—¡Un transformer!
—«No atontarse, no dejarse engañar, no colaborar: tales son los modos de comportamiento social que se decantan en la obra de Valéry».

— el Zambullista (@Zambullista) 19 de marzo de 2018

—Modo Épica ON.
—«Su obra entera es … una protesta contra la mortal tentación de hacerse las cosas fáciles renunciando a la felicidad total y a la verdad entera».
—¿Los ideales?
—Sí. Ese arte, «apenas realizable», «está en representación de aquello que podríamos ser» y no somos.

— el Zambullista (@Zambullista) 19 de marzo de 2018

—¿Y cómo podríamos ser ese sujeto social total, indiviso, pleno, que alcanza la felicidad total y la verdad entera?
—Sumando racionalidad, nunca restando.
—O sea, enfriando, nunca calentando.
—«El frío del mundo racionalizado no puede eliminarse por irracionalidad decretada».

— el Zambullista (@Zambullista) 19 de marzo de 2018

—Justificalo.
—«Esto es una verdad social demostrada del modo más palpable por el fascismo. Sólo por un más, por un suplemento de razón, no por un menos, pueden sanar las heridas inferidas por el instrumento razón al todo "no racional" de la humanidad».
—Sensatez y sentimientos.

— el Zambullista (@Zambullista) 19 de marzo de 2018

—Lo sensato es lo razonable y ahí debería estar lo racional; ahí debería estar la razón, no el sentido común.
—¿Pero lo razonable de nuestras jugadas sociales no implica lo racional y lo razonante de su elaboración?
—¿Y si fuera así?
—"Sensatez" sería una metonimia de "razón".

— el Zambullista (@Zambullista) 30 de marzo de 2018

→ “Racional, razonante, razonable”

—Ese plus de razón puede que no aumente el total, porque llega en reemplazo de un colega que viene fallando e hiriendo. Ajustes hacemos, pero sin cambiar el esquema.
—Ni el statu quo.
—O la razón domina o…
—¿O…?
—…abandona y se rompe la unidad y se parte el sujeto.
—Toma 2.

— el Zambullista (@Zambullista) 30 de marzo de 2018

—Lo que importa para que el sujeto no esté dividido es que lo racional y lo no racional, como buenos hermanos, sean unidos, porque esa es la ley primera.
—¿Y la 2ª?
—Dice que la unidad debe ser como la de un jinete y su caballo. O la del 2 en 1 de un centauro. Es eso o dividido.

— el Zambullista (@Zambullista) 8 de abril de 2018

→ “Centauro”

PARTE II: En la lucha

1. La división social del trabajo y el hombre indiviso. El sometimiento a la cosa.

—¿Dividido cómo?
—A imagen y semejanza de una división infraestructural. Adorno define al «hombre indiviso» ("hombre pleno", para Valéry) como aquel «cuyos modos de reacción y cuyas capacidades no han sido disociadas … según el esquema de la división social del trabajo, …».

— el Zambullista (@Zambullista) 2 de abril de 2018

—¿Y cómo quedan?
—«…enajenadas las unas de las otras, cuajadas en funciones utilizables». Una función racional separada de una no racional es un grado en «la degradación del hombre».
—Una línea de desmontaje.
—Algo así. Quedan indemnes ante «la convincente violencia del shock».

— el Zambullista (@Zambullista) 2 de abril de 2018

—Un golpe bajo.
—Alta ironía que un golpe irracional convenza, que es una acción racional.
—¿Y qué hace?
—Vence tu resistencia a actuar o a reaccionar según los deseos o intereses del shockeador.
—«Ciego dominio».
—Un mal escritor lo habría aclarado entrecomillando "convincente".

— el Zambullista (@Zambullista) 3 de abril de 2018

—¿Comparten algo esas dos divisiones?
—Sí, «el fascismo» como prueba «palpable» de una «verdad social» que las junta.
—¿Cuál?
—«La división del trabajo no puede eliminarse por su mera negación» y «el frío del mundo racionalizado no puede eliminarse por irracionalidad decretada».

— el Zambullista (@Zambullista) 3 de abril de 2018

—¿Moraleja?
—Si andás queriendo eliminar algo, no niegues ni contradigas caprichosamente lo que hay. Sé racional; el voluntarismo (negador o contradictor) es pensamiento mágico: si algo no se afirma, no existe; si se afirma, existe. Sometete a la realidad, no la sometas.
—¿Cuál?

— el Zambullista (@Zambullista) 3 de abril de 2018

—«El proceso artístico de producción, y con ello también el despliegue de la verdad contenida en la obra de arte, tiene la rigurosa forma de una legalidad impuesta por la cosa».
—¿Quién la impone, si no es la cosa?
—El voluntarismo del compromiso, por ejemplo.
—¿Adorno diría…?

— el Zambullista (@Zambullista) 3 de abril de 2018

—«La teoría de la obra de arte comprometida», que «degrada palabra y forma a meros medios», «mina la coherencia y la lógica de la obra», que «no puede ya desarrollarse según la ley de la propia verdad, sino que tiene que seguir la línea de mínima resistencia de los consumidores».

— el Zambullista (@Zambullista) 3 de abril de 2018

—¿Cómo sería ese desarrollo?
—Satisfaciendo las «obligaciones que el compositor contrae … con la primera nota que escribe». No hay libertad absoluta («la cantada libertad creadora del artista no tiene apenas peso») ni obligaciones con un deber ser, sino sólo con cómo es la cosa.

— el Zambullista (@Zambullista) 3 de abril de 2018

—¿Moraleja?
—Hagas ciencia o hagas arte, lo tuyo debe ser «el sometimiento a la cosa».
—¡Freedom!
—«No tiende a la limitación, sino a la ampliación»: «sometiéndose, … el artista elimina … todo lo que pueda deberse pura y simplemente a la accidentalidad de su individuación».

— el Zambullista (@Zambullista) 12 de abril de 2018

2. La especialización universal

—Ok, limitación eliminada. ¿Y la ampliación?
—Ahí lo eliminado es el artista.
—¡Epa! ¿Qué pasó?
—Se especializó tanto que, sacrificándose, se hizo universal.
—Brujería.
—Paradoja.
—También.
—«Paradoja de la especialización universal». La ampliación se hace total; la vía es rara.

— el Zambullista (@Zambullista) 12 de abril de 2018

—¿Rara, como encendida?
—Re. Como una supernova.
—Peligro: analogía.
—La estrella se hace cada vez más densa como el artista se hace cada vez más especialista. En un punto crítico, la estrella colapsa y explota y el artista se universaliza.
—¿Y ambos hechos polvo, decís?
—Digo.

— el Zambullista (@Zambullista) 12 de abril de 2018

—¿Adorno diría lo mismo?
—¿Recordás lo de mentar al hombre entero?
—Sí.
—«No puede realizarse si no es mediante una división del trabajo olvidada de sí misma y exacerbada hasta el sacrificio de la individualidad, hasta la entrega y pérdida del hombre individual en cada caso».

— el Zambullista (@Zambullista) 12 de abril de 2018

—¿Y Valéry?
—«Y Valéry resume la paradoja de la especialización universal: “Flaubert, Mallarmé … son ejemplos literarios de la plena consunción de una vida al servicio de la exigencia imaginaria y omnicomprensiva que pusieron en el arte de escribir”». La resume y la protagoniza.

— el Zambullista (@Zambullista) 12 de abril de 2018

—¿Dónde?
—«El principio de l'art pour l'art, exacerbado hasta la consecuencia extrema, se trasciende con Valéry a sí mismo, según la frase de las Wahlverwandtschaften para la cual todo lo que es en su especie perfecto alude a más allá de su especie».
—Volvé al artista cebado.

— el Zambullista (@Zambullista) 12 de abril de 2018

—No se somete en vano: «Esta exacerbación de la especialización hasta la universalidad, la desmedida intensificación de la producción según la división del trabajo, contiene según Valéry el potencial de una contraofensiva posible contra aquella decadencia de las fuerzas humanas».

— el Zambullista (@Zambullista) 12 de abril de 2018

3. ♬ La objetividad, ¡ja, ja, ja, ja! ♫

—¿Y si no se somete?
—Como «con toda manifestación artística y en todo conocimiento de la ciencia lo mentado es el hombre entero y el todo de la humanidad», si no se somete habrá que parafrasear a Sabina:
🎶Hoy el arte no hablaba de ti,
hoy el arte no hablaba de ti
ni de mí🎵
—🙄

— el Zambullista (@Zambullista) 12 de abril de 2018

—Adorno siente afín a Valéry por el «giro objetivo que da a la interpretación de la obra de arte»; le atrae «su subrayar técnica y racionalidad frente a la mera intuición».
—🤓
—Con ese giro zafa de 2 modos de leer: el de la «entronización del genio» y el del compromiso político.

— el Zambullista (@Zambullista) 12 de abril de 2018

—Modos 🙏/✊.
—Hablan de una libertad o de una obligación subjetivas, ambas voluntaristas. Adorno es 3ª posición: «La afinidad de la filosofía del arte de Valéry con la ciencia, y también su afinidad electiva con Leonardo, debe buscarse en el momento de la obligación objetiva».

— el Zambullista (@Zambullista) 12 de abril de 2018

—¿Moraleja?
—Artisteás respondiendo a la cosa o siguiendo la línea de menor resistencia de los consumidores. De razón en razón o de emoción en emoción.
—¿Debo optar?
—Al optar, el arte elige bando.
—¿Pelea?
—Sí. O es usado para pelear, si preferís.
—Cual arma. ¿Y quiénes pelean?

— el Zambullista (@Zambullista) 12 de abril de 2018

4. La pelea del siglo (no importa cuándo leas esto)

—En este rincón, «el mero ente»; en este otro, «lo humano».
—¿Cómo va la pelea?
—Lo humano resiste «la presión indecible que el mero ente ejerce». El arte encarna esa resistencia o esa presión. Valéry «contrapone al espíritu corto y pragmático la exigencia de la cosa inhumana».

— el Zambullista (@Zambullista) 12 de abril de 2018

—¿Y eso por qué?
—«Por amor de lo humano».
—¿Porque te quiero te sobreexijo?
—«La obra de arte que exige lo sumo, tanto de la propia lógica y de la propia concordancia cuanto de la concentración del que la recibe, es para Valéry símbolo del sujeto dueño y consciente de sí mismo».

— el Zambullista (@Zambullista) 12 de abril de 2018

—¿Y no podría relajarse y soltar un poco? ¿Por qué aspira a ser tan dueño y consciente de sí?
—Porque así «no capitula». Porque así se resiste mejor «la mortal tentación de hacerse las cosas fáciles renunciando a la felicidad total y a la verdad entera».
—¿Mortal? ¿No será mucho?

— el Zambullista (@Zambullista) 12 de abril de 2018

—Si sucumbís a esa tentación, te volvés un muerto en vida, un zombi, un «aparato de recepción», un punto referencial, en vías de «mero ente».
—😱
—El facilismo te desracionaliza tanto que te animaliza o cosifica tanto que te deja dócil para otro «ciego dominio y nueva barbarie».

— el Zambullista (@Zambullista) 12 de abril de 2018

—Ok, no sucumbo, me esfuerzo. Pero esa «felicidad total» y esa «verdad entera», ¿son alcanzables?
—«Apenas».
—¿O sea, sí pero poco (pero sí)?
—Aunque fuese no, como buen ideal (u horizonte/utopía), la meta es kafkianamente remota pero los esfuerzos por alcanzarla te entrenan.

— el Zambullista (@Zambullista) 12 de abril de 2018

→ “Zanahorias”, 2.

—Me entrenan, pero ese total feliz y ese entero verdadero también son el premio prometido para quien resista la «presión indecible» de dejarse ser y llevar, como en coma, y logre ser un sujeto con conocimiento y control de sí.
—Son, pero está difícil la sortija en esta calesita.

— el Zambullista (@Zambullista) 12 de abril de 2018

Sentido común

El sentido común es el conjunto (o red o juego) de creencias dominantes en tu sociedad sobre cómo son y cómo deberían ser las cosas ("No es así", que suena a desmentida, está de moda como correctivo verbal). Sobre todo las cosas relativas a tu socialización. Lo ético y lo moral.

— el Zambullista (@Zambullista) 4 de marzo de 2018

→ “Razones de moral”

Visto como un sentido de orientación social, más que ese sistema de creencias el sentido común es la habilidad de interactuar usándolo, o sea, sin salirte del espacio NORMALIDAD que tu sociedad delimita para eso (a fuerza de bajadas de línea, normas, promesas y amenazas, etc.).

— el Zambullista (@Zambullista) 4 de marzo de 2018

Esperar que distintas sociedades tengan idéntico sentido común es como esperar 72 traducciones idénticas de un libro. Y eso supone creer que así como hay un dios que dicta 72 veces lo mismo, hay una naturaleza o razón superior que explica la universalidad inmutable del sentido.

— el Zambullista (@Zambullista) 5 de marzo de 2018

Inmutable: esperar que una sociedad tenga siempre el mismo sentido común es creer lo deseado*: que alcanzó uno perfecto y definitivo o que el entorno no volverá a cambiar.

* Deseado por l@s satisfech@s con ese estado de cosas y su desequilibrio de fuerzas: l@s conservador@s.

— el Zambullista (@Zambullista) 5 de marzo de 2018

Quienes se oponen a la variedad y el cambio de sentidos sociales suelen aducir razones de fuerza mayor:
—Es así, te guste o no.
Gato por liebre: hacen pasar algo político (hay puja de poder) por natural (no lo construyo ni lo impongo; lo descubro y te aconsejo:
—Adáptate y anda).

— el Zambullista (@Zambullista) 5 de marzo de 2018