La angustia por la muerte se alimenta de la contradicción de ser mortales y tener expectativas de inmortalidad. Es el miedo a esa frustración cantada.
— el Zambullista (@Zambullista) 19 de julio de 2018
Ser mortal es inevitable; tener esas expectativas, no. Sin ellas caerían la contradicción y las famélicas frustración y angustia.
El tema es cómo hacer caer esas expectativas.
— el Zambullista (@Zambullista) 19 de julio de 2018
Descarto matar al perro para acabar la rabia: sin la conciencia de ser mortales no tendríamos expectativas de no serlo, pero tampoco ninguna otra con ese grado de abstracción tan humano.
Mejor asumirlo y deponer deseos frustrógenos.
Sabés que sos mortal porque antes comprendiste qué es ser mortal. Podés asumirlo, soslayarlo o relativizarlo. De eso depende cómo sean tus deseos. Si son salud, dinero y amor, es que lo asumiste (te vi pintar "Seamos realistas: pidamos lo posible") o lo soslayaste (a lo Snoopy). pic.twitter.com/rQDCcBRsB5
— el Zambullista (@Zambullista) 22 de julio de 2018
Si tu deseo es ser inmatable e inmortal (pintaste "Seamos fantaseos@s: pidamos lo irreal"), o negás aquel saber (flasheás ser la excepción) o lo relativizás vía creencias metafísicas: mortal es tu cuerpo, no tu alma; fugaz es este mundo, no el del más allá; morir es viajar; etc.
— el Zambullista (@Zambullista) 22 de julio de 2018
Si negás ser mortal, ya no necesitás -ni podés- desear no serlo (o así te cumplís el deseo). Si lo relativizás, tampoco: no deseás que tu cuerpo sea inmortal (ya sabés que no lo es) ni que tu alma lo sea (ya creés que lo es). No deseás lo que sabés o creés que hubo, hay o habrá.
— el Zambullista (@Zambullista) 28 de julio de 2018
Deseás lo que no sabés si hubo, hay o habrá. Trazás cursos de acción en tu mundo.
— el Zambullista (@Zambullista) 28 de julio de 2018
Fantaseás lo que sabés o creés que no hubo, hay o habrá. Trazás un mundo paralelo inverso al real: uno contrafáctico, un anti-mundo.
Cruce peligroso: si deseás lo que fantaseás, deseás un imposible.
Deseás ser inmortal (en vez de salud, dinero y amor) porque lo creés posible. Si creés que podés ser inmortal, das por hecho que lo es el universo donde estás. Y no: también surgió, existe y dejará de existir. De este lado de la Física es así; más allá, es como necesites que sea.
— el Zambullista (@Zambullista) 28 de julio de 2018
Si deseás lo que fantaseás (no morir), necesitás que sea eterno el mundo que te aloje. (Sin eso, sería paradójica la «magnífica ironía» de Dios, que te dio la eternidad en un mundo perecedero.) Y si debe ser eterno, también metafísico; uno físico no zafaría de la muerte térmica.
— el Zambullista (@Zambullista) 28 de julio de 2018
Si a la muerte térmica de este universo le siguiera el nacimiento de otro (tras unos 10 a la 10 a la 10 a la 56 años, aprovechando que la probabilidad no es 0), la eternidad de alguien o algo que pudiera sobrexistir sería su viaje por infinitos ciclos.https://t.co/dUufQ8QJaW
— el Zambullista (@Zambullista) 28 de julio de 2018
Por SOBREXISTIR quiero decir existir por encima de los universos que mueren y surgen en los infinitos ciclos. No es tu caso.
— el Zambullista (@Zambullista) 29 de julio de 2018
Ni vos ni ninguno de tus átomos verán de afuera la muerte térmica del universo que integran. No sobrexistís a tu mundo, ni entrexistís; sólo intraexistís.Por ENTREXISTIR quiero decir existir entre universo y universo, durante ese tiempo muerto récord.
— el Zambullista (@Zambullista) 29 de julio de 2018
🎶La pausa son 10 a la 10 a la 10 a la 56 años
y La Física es el té🎵
Sobrexistir incluye entrexistir; si no, el viaje por los ciclos no es posible y hay que buscarse otra eternidad.
Esta eternidad física está condicionada. Para que los ciclos puedan ser infinitos (ℵo, en vez de 7 o 969), no tiene que haber una 2ª ley de la termodinámica de nivel macro-universal que prediga un último ciclo. Si no la hay, “todos los finales son el principio de otra historia”.
— el Zambullista (@Zambullista) 30 de julio de 2018
Si es así, de tener 1 universo pasamos a tener 1 serie de ℵo ciclos de universos OFF/ON.
— el Zambullista (@Zambullista) 30 de julio de 2018
Si fuese un multiverso, podría tener ℵo series de ℵo ciclos, para empezar. Sería como un hotel de Hilbert de ℵo pisos, cada uno con ℵo cuartos; la estructura la da su número ordinal: ω².
La complejidad estructural de lo real puede crecer sin fin, ordinales transfinitos mediante.
— el Zambullista (@Zambullista) 30 de julio de 2018
Pero lo que imaginás cuando deseás la inmortalidad es más simple: no perder nunca un estado (estar viv@/lúcid@) y una identidad (ser vos). Más allá no llega tu imaginación antropomórfica.
Toma 1
— el Zambullista (@Zambullista) 30 de julio de 2018
Todo mundo metafísico (sea religioso o filosófico) es antropomórfico, empezando por sus medidas (distancias y duraciones) y siguiendo por sus temas, escenarios y tramas.
Toma 2
"El hombre es la medida de todas las cosas" que hay en un mundo metafísico. Se nota la autoría.
Hay rasgos delatores comunes a muchas culturas y hay otros propios de la cultura que modeló esa utopía o distopía. Uno común a muchas: los seres humanos están vivos al momento de llegar el fin del mundo; en ningún mito hay una conflagración universal sin co-protagonistas humanos.
— el Zambullista (@Zambullista) 2 de agosto de 2018
X mezcla ciencia y fe, agita bien, bebe y flashea que el día del Juicio Final Dios resucitará a l@s muert@s de una especie extinta, la última de su género. Extinta desde hace tanto que Jesús pudo no haber encontrado gente en su 2ª venida.
— el Zambullista (@Zambullista) 7 de agosto de 2018
Moraleja: hasta Dios puede llegar tarde.
Sincronía: ahora (2018).
— el Zambullista (@Zambullista) 16 de junio de 2018
A la derecha, nuestro "Estado de conservación" es de una "Preocupación menor", lejos de la extinción.
Diacronía: 1.500.000 años.
A la izquierda, somos la última fase de la extinción del género: "la única especie conocida del género Homo que aún perdura". pic.twitter.com/vMGaX9YY1B
Ponele que le decís al universo:
— el Zambullista (@Zambullista) 2 de agosto de 2018
~~No puedo morir: tengo un alma.
—No se trata de vos,
te respondería el universo (si lo guionara Hollywood). Y agregaría (guionado por Capusotto):
—¿Así que yo voy a tener una muerte térmica y vos ninguna? Bajate del poni, homo sapiens. [🎬Toma 4]
Lo que el universo te pide lo refuerza con cómo te llama: no te agrandés que sos una especie de un planeta que orbita el Sol, que es una estrella de la Vía Láctea, que es una galaxia del Grupo Local, que pertenece al Supercúmulo de Virgo, que pertenece al Supercúmulo de Laniakea.
— el Zambullista (@Zambullista) 7 de agosto de 2018
Toma 1
— el Zambullista (@Zambullista) 13 de agosto de 2018
Que el universo te hable es más asimétrico que si vos le hablaras a un átomo tuyo (o el emperador de “Un mensaje imperial” al más apartado de sus súbditos).
Toma 2
Estás a 27 potencias de 10 del borde del universo observable (10²⁷) y a 10 de un átomo de carbono (10-¹⁰).
Epígrafe de la 3ª parte (“Nace una nueva era”) de UNA BREVE HISTORIA DE CASI TODO, de Bill Bryson (2003):
— el Zambullista (@Zambullista) 14 de agosto de 2018
Un físico es el medio que tienen los átomos de pensar en los átomos.
ANÓNIMO
La materia tomó conciencia de existir y conocimiento de sí (una cosa lleva a la otra) y pensó.
Sabés (percibís) que existís, y que sos eso que existe y lo sabe, a la par que sabés (inferís) que vas a dejar de existir, como tod@s y como el 99% de las especies que han existido.
— el Zambullista (@Zambullista) 13 de agosto de 2018
Desde tu niñez crecen 2 saberes de 2 cambios de inercia: de nada antes a nada después; algo ahora.
Hay una inercia que cambia cuando algo empieza a existir e inaugura otra inercia, que cambiará cuando deje de existir.
— el Zambullista (@Zambullista) 13 de agosto de 2018
Un algo con alta conciencia de existir es un alguien que sabe que algún día morirá y fantasea que lo evita. Mientras tenga avidez no deseará cambiar de inercia.
Si, con esa avidez, pasa de fantasear a creer que lo evita, la conciencia muta en alma: se instancia más allá del cráneo y de la Física.
— el Zambullista (@Zambullista) 13 de agosto de 2018
Con un alma eterna, merecés estar en el centro de lo que existe. Lo metafísico marida con lo antropocéntrico ─hasta que la muerte los separe.