1. Del trance al archivo
Ahora me voy a dormir.
— el Zambullista (@Zambullista) March 19, 2020
Dicen que dormir es como morir hasta despertar. (Sobre todo cuando, sin sueños, el apagón de conciencia es absoluto; pero eso no importa ahora.)
Cuando me despierte, hoy será pasado; todo esto que viene durando desde las 9:45 será un archivo, no un trance.
Cuando me despierte, mamá no. Ella se despertó ayer y se durmió hoy por última vez.
— el Zambullista (@Zambullista) March 19, 2020
El dolor es menor cuando el apagamiento es lento y la muerte es esperable, pero es dolor.
Hoy terminó de morir, como dijo ella de su papá cuando murió su marido. Hoy se le terminó el futuro. pic.twitter.com/rRXaOj0Z9Q
Su pérdida, en vez de ser total y abrupta, se partió en varias pérdidas parciales que me fueron causando tristezas parciales, que hoy se juntan con la última para hacerle la despedida. Y eso duele; imagino que menos que si hubiera muerto en el quirófano 10 años atrás, pero duele.
— el Zambullista (@Zambullista) March 19, 2020
«Lo peligroso de ver un muerto es que no se despierta y sigue pasando el tiempo», escribió Claudia.
— el Zambullista (@Zambullista) March 19, 2020
Como con papá, a mamá preferí no verla muerta. Mi ver es el tocar de Rosa, ciega casi de nacimiento: “A mi papá no lo quise tocar porque quería tener el recuerdo de él vivo”. Same.
Aunque no la haya visto, mientras no archive el día de hoy durmiendo y resucitando en unas horas seguiré sintiendo «lo peligroso de ver (…) que no se despierta y sigue pasando el tiempo».
— el Zambullista (@Zambullista) March 19, 2020
Mañana no termina esta sensación, pero empieza a gastarse, creo y espero.
Me voy a dormir.
2. Archivos
2.1 Time-lapse del escalón agregado
Fotos de tapa y contratapa:
el Zambullista
Esta es una selección de diálogos anotados, que a su vez fueron una selección de todos los diálogos escuchados. Esta selección de una selección tiene como leitmotiv el deseo de morir que expresa mamá a partir de un momento. Cerca de ese momento, a días, está la primera frase de la serie, dicha el Día de la Madre del 2017, el domingo 15 de octubre.
Nunca mamá había caminado tan lentamente, con pasos tan cortos y costosos. Días antes había tenido un problema de presión y un desmayo. Cuatro días después no lo recordaba, ni el episodio ni la visita del médico.
Ahora, en la travesía desde el cordón de la vereda hasta la puerta de la pizzería, tomada de mi brazo, mamá me dice: “¿Por qué los finales duran tanto? Deberían ser más rápidos”.
Una vez le respondí: “Así lo haré. O moriré en el intento.”
Pero no la fue a buscar. La deseó fuerte, pero la esperó. No sé si yo tendré tanta paciencia, en caso de llegar a estar así (después de no sé cuántas postergaciones).
H u m o r
n í v e o
Fotos de tapa, prólogo y contratapa:
el Zambullista
Suena el teléfono. Atiende mamá. Es para mí. Le dice a mi amiga que me estoy bañando, que
—Hola, Fernanda. Todavía no salió del baño.
~¿Pero qué se ducha, con un gotero?
—Sí, y se seca con papel picado.
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C o m e n t a r