1. Evitar
Juntada de cumpleaños de Lucre. El juego es responder a esta pregunta: si tuvieras que elegir 1 posición sexual para el resto de tu vida, ¿cuál elegirías?
— el Zambullista (@Zambullista) June 19, 2021
No vi razones para no elegir mi favorita. Si terminaré aburriéndome de todas, que me pase con la mejor.
Además, cuanto más te guste una posición, más tardará en aburrirte el hecho de que sea la única practicable. También por duración conviene elegir la favorita.
— el Zambullista (@Zambullista) June 14, 2021
Pero aun si durase menos, podría tener más intensidad que el doble de repeticiones. ¿Durar poco y arder mucho o al revés?
¿Esa mayor intensidad te disuade más de lo que te atrae? ¿Sufrís acrofobia? ¿Le tenés miedo al porrazo por caer de tan alto? ¿Fantaseás con una conciencia y una sensibilidad reducidas y ves dichoso el árbol, que es apenas sensitivo, y más la piedra dura, porque ésa ya no siente?
— el Zambullista (@Zambullista) June 27, 2021
Por lo que sea, ponele que elegís una posición no favorita. ¿No vas a sexear cada vez sabiendo que podrías estar haciéndolo como más te gusta? ¿No sería una fuente de mini-frustración? ¿No habría una insaldable cuota de insatisfacción? ¿No lamentarías tu elección desde temprano?
— el Zambullista (@Zambullista) June 23, 2021
¿Elegís otra porque te importará menos perderla? No vas a perderla pese a desearla: vas a dejarla por ya no desearla. Vas a ir espaciando los encuentros hasta que ya te quede largo volver. Te espera la indiferencia –si neutralizaste la atracción– o el alivio –si viró a rechazo.
— el Zambullista (@Zambullista) June 14, 2021
El alivio del momento, como mucho, puede estar mezclado con la nostalgia anticipada de lo que fue y ya no será. Y ahí sí: a mayor gusto, mayor dolor nostálgico, que prevenís privándote de tu posición favorita. La evitás para preservarte, no para preservarla de la erosión cíclica.
— el Zambullista (@Zambullista) June 14, 2021
La cuestión ya no es si podrías lamentar perder el deseo por esa posición; la cuestión ahora es si podrías lamentar haberlo perdido.
— el Zambullista (@Zambullista) June 18, 2021
Si “nunca jamás se abandona lo que llorando se deja”, si se lo abandona por cansancio o desgaste se lo deja sin llanto. Después la nostalgia edita.
Habla otro que declina disfrutar lo que prefiere porque cree que, para no sufrir luego, le conviene abstenerse ahora:
— el Zambullista (@Zambullista) June 28, 2021
—Me gusta tanto el glaciar que me voy a quedar en el hotel porque
a) no quiero extrañarlo demasiado a la vuelta
o
b) disfrutarlo no va a evitar el fin del viaje.
Si es por b), este otro declinante hace un turismo existencial inenvidiable.
— el Zambullista (@Zambullista) June 28, 2021
Si es por a), actúa igual que vos cuando elegís una posición no favorita para no desidealizar la favorita ni bien te venza la rutina o para ahorrarte extrañarla (aun si la ibas a dejar en vez de perder).
Como sea, no deja de parecer pusilánime y de ser paradójico: porque te prefiero no te elijo.
— el Zambullista (@Zambullista) June 18, 2021
En el porrazo que te disuade de la favorita, el dolor que imaginás sufrir es mayor que la felicidad desde donde caerías. Y entonces te subís a una más baja, una que te duela menos perder.
2. Repetir
Ese sacrificio de la mayor felicidad para prevenir el mayor dolor es la respuesta a un dilema de decisión. Se confirmaría adecuada si quienes tuvieron la experiencia dijeran que se arrepienten, que no la repetirían y que hubieran preferido evitarla. Pero no es lo que se escucha.
— el Zambullista (@Zambullista) June 18, 2021
Si estabas en una que te hacía desear parar el mundo, una muerte cortamambo duele tanto que no ves posible que pueda menguar.
— el Zambullista (@Zambullista) June 18, 2021
Por temor, al dolor que sentís lo imaginás tan perpetuo como eterna deseabas que fuera la felicidad que sentían.
—¿Les tomo el pedido?
~1 eternidad feliz.
Una intensidad refleja a la otra. O simplemente cada cual se traduce en extensión.
— el Zambullista (@Zambullista) June 18, 2021
Si ahí ya preferirías repetir, imaginate cuando el dolor sea menos presente y desolador. El peso de su recuerdo tampoco contrarrestará la ingravidez de la felicidad recordada.
—Mozo, otra vuelta.
Mónica y Gonzalo llevaban décadas entrenando el amor que se tenían. Él murió. Ella me escribe, 1 mes y medio después: “Estoy tan dolorida que siento partes del cuerpo que nunca percibí”.
— el Zambullista (@Zambullista) June 18, 2021
Ni aun dentro de un dolor así preferiría revocar la vida con él; siempre elegiría repetirla.
Lo único que Mónica puede desear revocar es la muerte de Gonzalo y las circunstancias que la precedieron.
— el Zambullista (@Zambullista) June 19, 2021
Insisto: si pudiera volver el tiempo atrás, no se privaría de ese amor y de esa felicidad para evitarse el dolor de su pérdida.
Volvería a vivir lo que otros ni empezarían.
3. Resumen y viaje
No me cierra la no elección de la posición favorita. Me cerraría si la complementara el arrepentimiento de alguien que eligió la favorita, la dejó y ahora le duele tanto que preferiría olvidar todo –eterno resplandor de una mente sin recuerdos. Es inchequeable en el SUM de Lucre.
— el Zambullista (@Zambullista) June 19, 2021
So, paso del juego del cumple al mundo real.
— el Zambullista (@Zambullista) June 19, 2021
Comparada con un aburrido por la repetición de su posición favorita, Mónica no sufre los efectos de una decisión o reacción suyas; la muerte de su amado rompió su felicidad. Tendría más motivos para elegir anular todo, y no es el caso.
Ella elegiría repetir, volver a ser así de feliz aunque vuelva a estar así de rota.
— el Zambullista (@Zambullista) June 20, 2021
~Manual de materialismo dialéctico: ¿un salto cuantitativo da un cambio cualitativo?
—¿?
~¿Qué onda con repeticiones infinitas?
—Es otro tema.
~Quiero detalles.
—Mejor en otro ensayo.
~Ok. ¿Link?