Mapa de momentos II C     4/7 (§ 6. Usos rectos de las formas indicativas)



Mapa de momentos II B     3/7
(§ 5. El pluriempleo de las formas indicativas)



6. USOS RECTOS DE LAS FORMAS INDICATIVAS

§ 6.1 Debut e iteración

   Veamos cuál es el patrón de iteración del español, cómo pone sus piezas en el tablero la primera vez y cómo prevé seguir poniéndolas. Seguiré citando o fabricando textos gramaticales para chequear que cada tiempo verbal, cualquiera sea el nivel donde esté, esté identificando / significando / señalando una relación temporal de ese color, no de otro. O sea, seguiré haciendo análisis temporales que pongan a prueba la teoría.
   De hecho, así pinté el mapa con los colores que tiene, que a su vez son una apuesta a que así se seguirá pintando con los eventuales textos que analicemos temporalmente. Es la apuesta que expresa el “siempre” con que termina este recorte de otra clase virtual que di en cuarentena (jueves 24 de junio de 2021):


   Además o en vez de ser una apuesta a que hacia abajo el “mecanismo” seguirá mostrando los mismos colores en las mismas posiciones, ese “siempre” puede ser una imprecisión, si no se aclara que vale sólo para el tablero del «significado fundamental» de las formas indicativas del «español actual». Más adelante veremos, con sus propios “siempre”, otros dos tableros, pero ahora demorémonos en este.
   En vez de ejemplificar sólo con 2 tiempos verbales (el Ante-futuro “habrá terminado' y el Ante-pos-pretérito “habría terminado”), armemos un ejemplo con todas las relaciones temporales identificadas / significadas / señaladas en el debut de los 4 tiempos de tonos oscuros y de los 4 de tonos claros. En vez de analizar (y ejemplificar con) una oración, analicemos un microcuento de 4 oraciones.
   Se trata de 2 versiones, una por cada tonalidad, de un relato condensado en una única viñeta, el cuadro de un solo momento, a 5 minutos de empezada una persecución irresoluble. Ese momento es el punto de referencia –directo o indirecto– de las demás relaciones, incluyendo las de doble orientación pero excluyendo, por comodidad, el caso de un Pretérito con un Pre-pretérito acoplado.
   Para la primera versión, imaginemos que relatamos lo que estamos viendo (como en la transmisión en vivo de un partido de fútbol) o lo que fingimos estar viendo (como en un relato en presente histórico):

Un perro infalible persigue [OoV] a una zorra inatrapable por los campos de Tebas. El duelo empezó [O–V] cinco minutos atrás. Ante la indefinición prolongada, Céfalo, el dueño del perro, ha apartado [O–V & OoV] la vista para agarrar su jabalina, también infalible. En breve mirará [O+V] de nuevo a la zorra, pero para ese momento Zeus ya habrá convertido [(O+V)–V & (O+V)oV] a los dos animales en estatuas de mármol.

   Los tiempos compuestos de esta presentación de la trama llevan doble coloración porque tienen un pie en la anterioridad y el otro en la simultaneidad de su momento de referencia: Céfalo ha apartado la vista y la tiene apartada todavía; para cuando mire de nuevo a la zorra para ensartarla, Zeus la habrá convertido en una estatua de mármol y así la verá Céfalo.

   Hay una diferencia funcional entre ambas formas compuestas. El Ante-presente de Bello no puede no ser de doble orientación, ante y co H en el nivel 1 (ante y co SH, en el 2; ante y co SSH, en el 3, etc.); bautizado por su primer oficio, debería llamarse –repito– Ante&co-presente. Si fuera sólo ante-H / SH / SSH...), sería un Pretérito.
   En cambio, el Ante-futuro puede ser de doble orientación, como en ese «habrá convertido» (ante&co-futuro / (O+V)–V & (O+V)oV / APH & SPH), o de orientación simple, como en este «habrá cambiado»:
“Para cuando el tipo deje de mover los 3 cubiletes [O+V], habrá cambiado 7 veces de escondite la bola esponjosa [(O+V)–V]”.

   Una manera de graficar estas orientaciones dobles en un diagrama es sombreando el intervalo de tiempo abarcado:


   La versión 2 es la de los tonos claros, o sea, la del debut de los otros tiempos verbales, retroproyectados, primos de los primeros. Ahora en vez de estar viendo y relatando lo que hay y sus alrededores, lo estamos evocando y narrando; en vez de presentar lo que pasa, pasó, ha pasado, pasará y habrá pasado, representamos lo que pasaba, había pasado (x 2), pasaría y habría pasado. La escena sigue siendo una sola, una viñeta situada a los cinco minutos de empezada la persecución, momento que en esta versión no es simultáneo sino anterior al del habla (AH / O–V). La evocación / narración / representación queda así:

Un perro infalible perseguía [(O–V)oV] a una zorra inatrapable por los campos de Tebas. El duelo había empezado [(O–V)–V] cinco minutos atrás. Ante la indefinición prolongada, Céfalo, el dueño del perro, había apartado [(O–V)–V & (O–V)oV] la vista para agarrar su jabalina, también infalible. En breve miraría [(O–V)+V] de nuevo a la zorra, pero para ese momento Zeus ya habría convertido [((O–V)+V)–V & ((O–V)+V)oV] a los dos animales en estatuas de mármol.

   Hay una anterioridad sin llegada al momento de referencia y otra con. En el nivel 1 son significadas, respectivamente, por el Pretérito («empezó») y por el Ante&co-presente («ha apartado»). En –y desde– el nivel 2, son significadas por un mismo tiempo verbal: «había empezado» identifica la relación temporal simple (O–V)–V (o ante-pretérito), que apunta a O–V con 1 flecha; «había apartado» identifica la relación doble (O–V)–V & (O–V)oV (o ante&co-pretérito), que apunta a O–V con 2 flechas.
   El otro tiempo verbal compuesto, el Ante-pos-pretérito «habría convertido», que es primo del Ante-futuro «habrá convertido», también identifica una relación doble, que apunta al punto de referencia (O–V)+V con 2 flechas: ((O–V)+V)–V & ((O–V)+V)oV (o ante&co-pospretérito).

   No pasó en este caso, pero en otro el tiempo Ante-pos-pretérito podría haber apuntado sólo con 1 flecha de anterioridad a su punto de referencia (O–V)+V (lo que se ajustaría a su nombre, además). Por ejemplo, acá:
“Aseguró [O–V] que para cuando el tipo dejara de mover los 3 cubiletes [(O–V)+V], habría cambiado 7 veces de escondite la bola esponjosa [((O–V)+V)–V]”.

   El diagrama de la versión 2 de la historia del perro y la zorra infalibles, que es su versión evocadora, se ve así:


   En § 4.4.2 vimos algunas de las muchísimas coreografías narrativas que pueden definir una historieta. En § 6 estamos viendo la coreografía del debut de 9 de 10 formas indicativas del español en el mapa de momentos: ante, ante&co, co, pos, ante-pos, primero en relación con H y después con AH (también disponible en gif animado).
   Es la danza inaugural. A partir de ahí, los tiempos verbales entran en su posdebut infinito, su rutina eterna: su patrón de trabajo de coloración / identificación / significación / señalación de relaciones temporales.

§ 6.2 El estilo indirecto y la correlación temporal

   La correlación temporal (o consecutio temporum) suele presentarse escolarmente junto con el pasaje de un discurso (en estilo) directo a uno indirecto. Veamos un ejemplo con el mismo patrón por triplicado:


   El estilo indirecto no tiene correlaciones temporales exclusivas, si ni siquiera las tiene diferentes a las otras correlaciones temporales, que no tienen verbo de reporte. El tema no le suma ni le resta nada a la «cronología relativa», como dicen Rojo y Veiga en § 44.2.2.4 (páginas 2.886 y 2.887):

«...la cronología relativa que las formas verbales muestran entre sí o bien con respecto a expresiones temporales de diferentes tipos da lugar a la ‘correlación temporal’ o ‘consecutio temporum’ [—» Cap. 47]. Frente al enfoque normativista con que la gramática tradicional enfocaba habitualmente este tema, la correlación temporal es la consecuencia directa del hecho de que las formas verbales expresen relaciones temporales y que los puntos indicados por unas puedan convertirse en referencias a partir de las cuales se orienten otras. Eso es lo que muestran con toda claridad ejemplos como los ya utilizados en (13) y (14):

(13)
    a. Nos dijo: «ayer llovió».
    b. Nos dijo: «hoy llueve».
    c. Nos dijo: «mañana lloverá».
(14)
    a. Nos dijo que había llovido, {la víspera / el día anterior}.
    b. Nos dijo que llovía {el / aquel} mismo día.
    c. Nos dijo que llovería al día siguiente.

   El paso del estilo directo al indirecto [—> § 55.3] y la consiguiente modificación de la estructura sintáctica permite que el verbo de la cláusula incrustada (llover) tome como punto de referencia el de la cláusula dominante (decir) y exprese, con respecto al punto O–V señalado por éste, una relación de anterioridad, simultaneidad o posterioridad. Se trata, por tanto, siempre del mismo principio.»

   Y ya que estamos, también es el mismo principio que rige el pasaje de un presente histórico a un relato en pasado estándar, como acabamos de ver con la persecución paradojal de un perro infalible sobre una zorra inatrapable.

§ 6.3 El fractal ante, co, pos, ante-pos

   Respecto de un momento futuro (PH), pretérito (AH) o pos-pretérito (PAH), el ante y el ante&co pueden verse –cual alófonos de un fonema– como dos variantes de la misma relación temporal, una de orientación simple y la otra doble.

   Respecto de un momento presente (SH) también, pero con un tiempo verbal propio para cada variante, en vez del mismo para las dos: el Pretérito posdebutante para ante (ASH: “Dice que vino al país por primera vez en 2019”) y el Ante&co-presente posdebutante para ante&co (ASH & SSH: “Dice que ha amanecido”).

   El ante está en las dos variantes; el co, en una. Luego, si tuviéramos que elegir una de las dos para representar a ambas, deberíamos elegir ante, que no puede no estar. Así, el tiempo verbal Ante-futuro puede identificar tanto la variante simple elegida de nombre (ante-futuro) como la doble, no elegida (ante&co-futuro). Lo mismo vale para los tiempos verbales Ante-pretérito y Ante-pos-pretérito. Por eso, y para simplificar, grafico la coreo iterativa sin las variantes de doble orientación:


   Volvió la autosimilaridad. Cada flecha negra (SH, SSH, SSSH, etc.) es el co de una nueva silueta a escala de los ocho tiempos verbales debutantes, cuatro de tonos oscuros y cuatro de tonos claros. (Es como si maquillaras el segundo ojo con el mismo diseño que el primero pero en un tono más claro.) La animación, que sólo llega a SSH (la primera autosimilaridad), podría llamarse “El fractal ante, co, pos, ante-pos”.

§ 6.3.1 La economía del fractal

   A simple vista, no es un fractal que cubra todo el mapa de momentos, como hace el de la trifurcación que lo tramó. Sin tocar dos veces la misma flecha, la iteración deja flechas sin tocar: en el nivel 2, las de co-futuro (SPH) y pos-futuro (PPH), pintadas de verde; en el nivel 3, sus primas co-pospretérito (SPAH) y pos-pospretérito (PPAH), pintadas de verde agua; etc.
   Que el vector pos-futuro sea verde no sorprende: lo más económico es que, desde el nivel 1, toda posterioridad a una posterioridad (PH, PPH, PPPH...) sea identificada por el mismo tiempo verbal, en este caso el Futuro (o sea, tenga el mismo color, en este caso el verde).
   En cambio, que el vector co-futuro (SPH) sea verde es una novedad (en dos tonos, ya que implica que su vector primo, el co-pospretérito o SPAH, es verde agua). En vez de repetir el color del vector futuro (PH), podría haber tenido un color propio, como el co-pretérito tiene el gris.

   ¿Qué hubiera sido necesario para que fuera así? Que el porvenir estuviera tan discriminado como el pasado. ¿Alguna lengua lo hace? Desconozco. La nuestra no y, a cada nivel, los dos verdes van creciendo, el oscuro en el lado derecho del mapa y el claro en el lado izquierdo.

   Si no fue el fractal, ¿qué otro “mecanismo” pintó de verde y verde agua esos vectores? ¿Qué relación hay entre ambos mecanismos? ¿Las razones de economía energética se agregan para complementar la danza inaugural? Estas preguntas se deshacen si logramos ver al fractal pintando también las flechas que a simple vista parece ignorar.
   Para decirlo de otra manera: hay al menos 1 perspectiva desde la cual el fractal ante, co, pos, ante-pos cubre todo el mapa de momentos con su iteración. Basta que a los vectores pintados por acción les sumemos los pintados por omisión, empezando por el co-futuro, el pos-futuro, y sus primos, el co-pospretérito y el pos-pospretérito.
   Es como si esa omisión, después de la acción de pintar de rojo el vector ante-futuro (y de rosa el ante-pospretérito), fuera una señal de no innovar, de no cambiar el color que viene de arriba (verde, de PH; verde agua, de PAH). Es como si ahí el sistema temporal usara comillas para indicar que se repite lo del renglón superior.
   Visto así, el fractal de la iteración de las formas indicativas en el tablero de su «significado fundamental» es ante, co, pos, ante-pos, co-pos, pos-pos. Visto así, entonces, cada instancia cubre 2 tríadas; la segunda pertenece al nivel siguiente al de la primera y tiene 1 color explícito (ante) y 2 implícitos (co y pos).

§ 6.4 El español discriminando en relaciones recursivas y no recursivas

   Ni el español ni ninguna otra lengua natural discriminan tanto como la que imagino proyectada por Funes, ni mucho menos; pero algo discriminan, más intra que inter. El humanísimo principio de economía de fuerzas que le da, desde el nivel 1, el mismo color y tiempo verbal a toda posterioridad de una posterioridad (PH, PPH, PPPH...), también les da los suyos a toda simultaneidad de una simultaneidad desde el nivel 1 (SH, SSH, SSSH..., tiempo Presente, color negro) y a toda anterioridad de una anterioridad desde el nivel 2 (AAH, AAAH, AAAAH..., tiempo Ante-pretérito, color celeste).
   Esta diferencia de niveles desde los cuales iniciar una repetición ilimitada (de orientación, tiempo verbal y color) es la huella de la única discriminación entre niveles que hace el español en una relación recursiva: la primera anterioridad de una anterioridad cambia de color, o más bien de tonalidad, y en vez de repetir el azul inaugura el celeste. Este cambio no ocurre con ninguna simultaneidad de una simultaneidad, que son todas negras, ni con ninguna posterioridad de una posterioridad, que son todas verdes.
   Si la primera anterioridad de una anterioridad fuese también azul, la primera simultaneidad de esa misma anterioridad podría ser negra, la primera posterioridad, verde, y la primera ante-posterioridad, roja. Es decir, podría no haber colores claros, podría no haber un kit de tiempos verbales para la presentación y otro para la representación. El mapa de momentos se vería así:


   Esa excepción en relaciones recursivas, por la cual
    la anterioridad a H –nivel 1– tiene un color (azul) y la anterioridad a AH –nivel 2– tiene otro (celeste),
encaja con la única discriminación entre niveles que hace el español en relaciones no recursivas. Es única porque ocurre una sola vez, pero es múltiple porque discrimina dentro de cada nivel vectores ante, co, pos y, en el nivel siguiente, ante-pos (novedades explícitas), co-pos y pos-pos (repeticiones implícitas):
    la simultaneidad a H –nivel 1– tiene un color (negro), la simultaneidad a AH –nivel 2– tiene otro (gris);
    la posterioridad a H –nivel 1– tiene un color (verde), la posterioridad a AH –nivel 2– tiene otro (verde agua);
    la ante-posterioridad a H –nivel 2– tiene un color (rojo), la ante-posterioridad a AH –nivel 3– tiene otro (rosa);
    la co y la pos-posterioridad a H –nivel 2– tienen un color (verde, como la posterioridad), la co y la pos-posterioridad a AH –nivel 3– tienen otro (verde agua, como la pos-anterioridad).
   En resumen, el español da cuatro novedades cromáticas en relación con H (ante, co, pos, ante-pos), otras cuatro –con idéntico esquema de orientaciones– en relación con AH (ante, co, pos, ante-pos), y repite dos colores, uno en relación con PH (co-pos y pos-pos) y otro en relación con PAH (co-pos y pos-pos). A partir de ahí, lo que se repite en el resto del mapa es este cuarteto de tríadas (formado por dos dúos).
   Y colorín colorado, este es el juego temporal del castellano. Bueno, no: es el juego de las formas verbales indicativas del castellano. Bueno, tampoco: es el juego de las formas indicativas del castellano en el tablero de sus significados fundamentales / usos rectos. Bueno, tampoco: es el juego de las formas indicativas del castellano en el tablero de sus significados fundamentales / usos rectos en cierta clave verbal (aunque este dato no incida en su valor temporal). ¿Qué es una «clave verbal»?


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